El convento franciscano de Madre de Dios se ha incorporado al catálogo de recursos patrimoniales de Lucena con gestión turística a través de la Fundación Ciudades Medias del Centro de Andalucía gracias al convenio impulsado por el Ayuntamiento de Lucena con la Orden de Frailes Menores de Lucena, nombre de la comunidad religiosa que habita este histórico inmueble.
El alcalde lucentino, Aurelio Fernández, acompañado por el concejal de Turismo, Francisco Barbancho, el guardián del convento, el padre Antonio Herrera, y el presidente de la fundación en la que se integra Lucena, el alcalde de Alcalá la Real, Marino Aguilera, han suscrito este mediodía el nuevo acuerdo de colaboración que se pone en marcha con un periodo de vigencia de un año, con posibilidad de prorrogarse durante tres anualidades más.
Gracias al convenio, el convento y la iglesia de Madre de Dios pasarán a tener un horario oficial de apertura para visitas turísticas de lunes a domingo de 10.00 a 13.00 horas (excepto en horario de misa, de 11.30 a 12.15 horas) y de 17.00 a 19.45 horas. Además, este conjunto monumental de origen fechado en el siglo XVI, pasará a integrar la visita guiada denominada 'Lucena Monumental' que todos los sábados se oferta desde la Fundación Ciudades Medias.
Igualmente, el acuerdo recoge la posibilidad de realizar en el patio del convento durante los meses de verano, hasta un máximo de cuatro pases, la actividad ‘Siéntate al fresco’, iniciativa de la Concejalía de Turismo para difundir parte los patios de los principales edificios monumentales de la ciudad. Además, el conjunto histórico queda a disposición de cuantas visitas de touroperadores y viajes de prensa gestione el Ayuntamiento o la fundación a lo largo del año.
Para el alcalde Aurelio Fernández, “el convento de los frailes, como cariñosamente se les conoce por la población local, forma parte de la historia de Lucena como un recurso fundamental de nuestro patrimonio y nuestra cultura”, de ahí que este convenio “viene a ampliar el conocimiento de un edificio histórico que es una joya patrimonial, ampliamente conocida por los lucentinos pero que ahora será más accesible también para quienes se acercan a Lucena a hacer turismo”.
En nombre de la comunidad franciscana, el guardián del convento ha asegurado que “son conscientes de la importancia que el monumento tiene en la historia de Lucena desde los puntos de vista espiritual, cultural y artístico y queremos que siga siendo así” con un convenio que “agradecemos al Ayuntamiento y a la Fundación Ciudades Medias por lo que supone ampliar la promoción de un elemento patrimonial fundamental”.
En este sentido, el convenio incluye una aportación anual por parte del Consistorio lucentino de 1.500 euros, a los que habrá que sumar otros 500 euros, en el primer año, y 1.000 euros a partir del segundo año, por parte de Ciudades Medias. Estas cantidades contribuirán a ejecutar las obras de mejora que la comunidad franciscana proyecta sobre el conjunto del edificio, en especial sobre el claustro inferior, cuyo estado “nos preocupa”, en palabras del padre Antonio, y para cuya restauración se mantiene activa una campaña de donaciones.
Por último, desde la Fundación Ciudades Medias, su presidente ha querido felicitar a los franciscanos por su labor de custodia de un convento al tiempo que ha destacado “los beneficios que reporta al propio convento y a Lucena la incorporación de la gestión turística profesional marca de la casa en la fundación, que con más de 30 trabajadores sigue creciendo en su ámbito geográfico de la Andalucía de interior con nuevos edificios como este convento de Lucena o, incluso, con nuevas ciudades tras la reciente llegada a la entidad de Estepa, sexto municipio en adherirse a esta red turística”.
La Iglesia de la Madre de Dios y convento Franciscano
Aunque la iglesia se fundó en 1558, su aspecto actual corresponde a las obras realizadas en 1620 por el maestro de obras malagueño Francisco de Lucena, sobre una antigua ermita medieval. Una sencilla portada manierista da paso a una amplia nave de planta de cruz latina, con capillas laterales, centrado en una elevada luminosa cúpula semiesférica.
El altar mayor está presidido por un bello retablo de estilo barroco salomónico elaborado por José Matías Sánchez, sobre trazas de Leonardo Antonio de Castro. Asimismo, destacan los retablos menores y una imaginería de notable interés, destacando varias imágenes atribuidas a Pedro de Mena y la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, una Piedad realizada en 1799 por Blas Molner.
El convento anejo se organiza en torno a un bello patio, de planta cuadrada y de grandes dimensiones formado por dos claustros, alto y bajo, con arcadas sobre columnas dóricas en el inferior y jónicas en el superior, y centrado con una monumental fuente de planta mixtilínea y barroco pilar de doble taza, de comienzos del siglo XVII.